Desafíos y perspectivas del talento en España: Tecnología y empleo

En el impulso por liderar la revolución digital y tecnológica, España se encuentra en una encrucijada marcada por la fuga de talento joven hacia empresas extranjeras. A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Petro Sánchez por atraer inversiones y proyectos millonarios a través de los fondos Next Generation, las compañías tecnológicas españolas se enfrentan a un dilema preocupante: la incapacidad de competir con los salarios ofrecidos por gigantes internacionales como Microsoft, Google y Amazon.

Según El Independiente el problema se agrava en la contratación de jóvenes talentos, ya que las empresas españolas pagan alrededor de 23.000 euros a un ingeniero junior, mientras que las compañías extranjeras ofrecen salarios sustancialmente mayores, oscilando entre 28.000 y 30.000 euros. Este desfase salarial no solo afecta a empleados senior, sino también a aquellos que están dando sus primeros pasos en el mercado laboral.

La situación se agrava con el prestigio global de las corporaciones extranjeras, que dificulta a las empresas españolas retener a sus empleados. La atracción de trabajar en una empresa reconocida a nivel mundial, combinada con salarios más elevados, crea un obstáculo significativo para la retención del talento nacional.

La fuga de cerebros se refleja en las estadísticas de empleo en el sector tecnológico. En 2022, se abrió una demanda de 120.400 empleos en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en España debido a una falta de cualificación, un aumento del 70% en comparación con 2021. Según la Oficina Europea de Estadística, solo el 32,8% de las empresas españolas con más de 10 empleados tuvieron dificultades para incorporar ingenieros o programadores a sus plantillas, una cifra inferior en comparación con Alemania y Eslovenia, según datos de la Oficina Europea de Estadística.

Para abordar este desafío, las empresas tecnológicas españolas han mantenido conversaciones con el Gobierno, buscando políticas que ayuden a retener el talento nacional. La inversión en la formación y el desarrollo de los jóvenes es clave, pero la competencia global y las diferencias salariales persisten como barreras.

Tal y como informa La Cope, en un contexto más amplio, se observa que el fenómeno de la emigración por motivos profesionales no es tan masivo como podría percibirse. Aunque casi el 40% de los españoles considera la posibilidad de dejar España para desarrollar su carrera, solo 2 de cada mil personas en edad de trabajar emigran, y no siempre por motivos laborales.

El descenso de la emigración relacionada con factores económicos y profesionales se atribuye a la falta de necesidad, ya que el país ha experimentado un crecimiento económico y hay vacantes en diversos sectores. Además, el retorno de algunos españoles que se fueron durante la crisis financiera indica un cambio en la percepción de las oportunidades laborales en el país.

A pesar de estos datos, persiste la preocupación por la fuga de talento y la dificultad para cubrir los 145.000 puestos de trabajo vacantes en España. La rotación laboral, que afecta tanto a perfiles cualificados como a trabajadores de menor cualificación, refleja la dinámica actual del mercado laboral. En este contexto, se destaca la necesidad de que los trabajadores busquen su acomodo y aprovechen las oportunidades internas que ofrece el mercado laboral español. La incertidumbre actual puede contrarrestarse resaltando la creciente demanda de trabajadores, lo que subraya la necesidad de alinearse con las oportunidades disponibles en el país.

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